Una advertencia para promotores culturales: absténganse de querer representar en el Principado una obra de opera, recital poético... pero especialmente danza clásica en la que aparezcan hombres vestidos con mallas; corren el riesgo de que los bailarines mueran lapidados tras haberles hecho el "yuyu" (graciosa tradición garridense en la que un grupo de amigos sujeta a un pardillo por cada una de sus extremidades y choca sus genitales repetidas veces contra una farola)
En el cine tramas sencillas en las que no haya que pensar mucho:
- Películas de acción: los malos atacan con bombas la casa del bueno (que suele ser un marine, un policía...) y matan a su familia; se marchan pensado que también lo ha matado a él, pero realmente está malherido. Un monje Shaolín le salva la vida y de paso le instruye en jeet kunedo, jiu-jitsu... El bueno va matando uno a uno a los malos y también conoce a su futura mujer, una policía que lleva el caso de la muerte de su familia (por ello entiende el dolor del héroe y que sólo se dirija a ella con gruñidos durante toda la película). En la escena final el bueno deposita flores sobre la tumba de su familia y abraza a su nueva mujer.
- Comedias: preferentemente aquellas en las que se ridiculice a personas con defectos físicos o psiquicos, de otras razas...
- Películas eróticas y X, en éstas sobran las palabras.
Persona non grata en Garrido |
Durante unos años en el Principado tuvimos la suerte de tener unos cines adaptados a nuestros gustos (tenías la seguridad de que fuese la que fuese la película que estrenasen, te iba a gustar, y a la salida no tenías por tanto que amenazar a la taquillera con una navaja para que te devolviese el dinero): los Cines Llorente.
Los cines se encontraban en la calle de Gargabete y tuvieron su momento de gloria durante los años 70; las películas que se proyectaban en él ya os la podéis imaginar: de Bud Spencer y Terency Hill ("Le llamaban Trinidad" "los Superpolis") películas de serie B ("Kárate a Muerte en Hong Kong", "Kung Fu y los 7 vampiros de oro"...) y alguna nacional ("Perros Callejeros"...)
Cines Llorente ("historic simulation") |
Creo recordar que a mediados de los 80 se reabrieron durante un breve periodo de tiempo, siguiendo la misma fórmula: películas de serie B en sesión continua, matinales... pero la verdad es que no tuvieron mucho éxito. Lo que si estuvo durante muchos años fue el luminoso con el que se publicitaba el cine.
Punto donde se encontraba el luminoso |
Madre de dios, los cines Llorente, ni me acordaba de ellos; yo también creo recordar que se abrieron a mediados o finales de los 80, pero que no duraron nada abiertos. Enhorabuena por el blog, me estoy riendo un montón. Un sudbito de garrido en exilio
ResponderEliminarHubo también tiempo a atrás, otros cines cuyo nombre no logro recordar, los cuales, no tenían paredes, y la entrada a los cines la precedían unas verjas, que más que cines parecía un put... lógicamente, siguiendo con la tradición "garridiense", al cierro de los cines, estos se convirtieron en los meaderos públicos del barrio y demás desechos... todavía recuerdo el olor a orín y heces... claro que, cuando se tapió con muro, "éste servicio público" se trasladó al pasaje contiguo a la calle Isaac Peral que va a dar a Alfonso IX... y allí ha seguido hasta no hace mucho que alguna mente pensante cabiló cerrar también... el barrio ha cambiado mucho...
ResponderEliminarUn fiel y nostálgico lector garridense
Gracias amigo por la aportación; recuerdo el pasaje, y sus inolvidables efluvios, pero no los cines que mencionas.
ResponderEliminarCreo recordar que el cine Llorente estaba abierto en los años 70, pues yo, tendría 12 o 13 años en el 75 e iba con mi hermano por las tardes a la sesión continua (¡¡Que tiempos aquellos... dos peliculas una tarde de domingo!!).
ResponderEliminarY no os acordais del bar Goya y de sus bocadillos de calamares?. Si, ese bar que estaba justo al lado del cine. Menudos bocatas que me he comido yo!
ResponderEliminarPor supuesto; el bar yoga que como cartel tenía una silueta en chapa negra de un hombre haciendo la típica postura de la flor de loto en Yoga. Se que había alguna silueta más, pero no la recuerdo, ésta sí ya que después de que cerrarán el bar y remodelaron el local para abrir otro negocio la silueta del hombre haciendo Yoga la mantuvieron durante muchos años.
EliminarLos dueños trasladaron el bar al Alfonso IX y se jubilaron hace un par de años (muy famoso por la jeta y los calamares)
Mi padre,muchos domingos bajaba al yoga a comprar bocadillos para comernoslos en casa y estaban buenísimos, ya que yo vivia en la misma calle Gargabete más conocida como la calle del cine llorente
EliminarDelante del cine, los domingos en las matinales, se ponia un hombrito que vendia regaliz, chochos, caramelos "Damel" a 10 cts. de "pela" y unas cuantas dchucherias mas, y lo tenia todo encima de un carretillo de madera con una rueda metalica. Seria el año 71 o 72, joder que tiempos. Y tambien ibamos al cine en la trasera de la parroquia de Fátima, era el salon de actos de la propia iglesia.
ResponderEliminarSoy el anonimo anterior, y tambien recuerdo que vendian chucherias en una casa que tenia un jardín en la delantera, en la calle Unamuno, esquina con calle Avila. te vendian por una ventana de la casa, eran dos mujeres muy, muy mayores, con toquillas negras, y la haabitacion la tenian llena de chucherias
ResponderEliminarA mi me pillo muy pequeño, por las fechas que dices no había nacido todavía :-) Pero yo vivía en Alfonso IX y si recuerdo en las casas bajas de la calle una huevería/guardería, sí huevería/guardería: la de la señora Polonía. La guardería, por llamarla de alguna manera, estaba en un salón oscuro que estaba a la entrada y tenía la típica grada donde los niños se sentaban, algunas veces había alguno castigado de rodillas y con libros en los brazos.
EliminarCuando mi madre entraba a comprar huevos y yo iba con ella, no me separaba de su brazo ya que estaba aterrado; mi madre, consciente de ello y cuando hacía alguna trastada, me amenazaba con mandarme donde la señora Polonía, todavía hoy tengo pesadillas con ello.
Mi hermano y yo fuimos a la guardería de la señora Polonia. Estaban allí "dando clase" su hija Manuela y ella, siempre estaban haciendo "labor" ( bordando, cosiendo...), recuerdo también las cajas de lápices y gomas Milan que tenían allí para vender.
EliminarNos sacaban a un patio a hacer aguas menores, primero los niños y después las niñas, siempre por separado. En una de esas se olvidaron de mi y me dejaron encerrada en el patio, pese a mi llantos nadie se percató de mi ausencia ( abultaba poco) y no sé ni el rato que pude estar allí, pero se me hizo eterno.
Mi hermano llevó mejor el paso por ese lugar, a mi me ha marcado.
Después de ir allí nuestros padres optaron por llevarnos a otro sitio donde daba clases una señora de la que tengo mejor recuerdo, doña Tere. El lugar en cuestión era un local que pertenece a la iglesia de Fátima, en la calle Bolivar.
El día del santo o del cumpleaños de doña Tere todos los niños le llevábamos una flor que, casi todos, habíamos comprado en una floristería que estaba en la galería comercial que había en El Greco ( ahora es un local de los chinos).
Anda que no fiu yo veces con mis 50 céntimos o como mucho 1 peseta a comprar pastillas de burra.Os acordais de las pastillas de burra y de los chicles bazoka?
EliminarYo llegué al barrio en unos años de cambios: la inauguración de la Plaza Barcelona y el Visvul y el cierre de los Llorente, pero mi padre me contó que había ido a ver a esos cines pelis de Imperio Argentina (todo un clásico eh?).
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog. Eres un crack
Me acuerdo muchísimo de doña Tere,pero si yo iba sola a clase que vivía en Galileo y me veía super mayor...que tiempos
ResponderEliminarMi padre trabajaba como jefe de cabina(Emilio, el encargado de proyectar las pelis)para D. Lorenzo, que era el dueño. En su inauguración ayudé a mi padre, se proyectó Lawrence de Arabia.
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