domingo, 12 de febrero de 2012

Garrido: el barrio IKEA

Ya habíamos hablado del carácter altruista* de los garriders (sólo hay que ver la solidaridad de los canis cuando ponen la música de sus coches a todo volúmen para compartirla con todos) pero otras de sus características más destacadas es su carácter espontaneo. ¿Qué el banco donde te sueles sentar está mal colocado y nunca le da el sol? No te preocupes, arrancalo y ponlo donde te de la gana, incluso si quieres te lo puedes llevar a tu casa; y es que el mobiliario urbano de Garrido no deja de ser como el del IKEA: puedes "makeartelo" a tu medida.


Pues eso, pon el banco donde te de la santa gana que pa eso lo has pagado


altruista (traducción al garridense)

  1. adj. y com. Que lo da to por su peña, enrrollao que se mata por sus compadres...


sábado, 4 de febrero de 2012

Rincones para el recuerdo: Bar el Barco

Es una lastima pasear por la calles del Principado y ver como lugares  en los que, hasta hace poco, prácticamente vivías se convierten en rincones para el recuerdo. Uno de los últimos en engrosar esta triste lista es el Bar el Barco, una de las pocas tascas que sobrevivían en Garrido.



El Barco fue el verdadero inventor del servicio 24 horas, nada de los chinos o el Seven Eleven; la verdad es que era un consuelo saber que el bar estaría abierto tanto a las 6 de la tarde como a las 4 de la mañana (siendo por tanto uno de los pocos "after" del Principado) Ahora que lo pienso ¿cuando dormía el Chiri (el dueño del bar)?

Hagamos un repaso por las excelencias de este bar.

Arquitectura/Decoración


El suelo de terrazo de toda la vida, la barra y las sillas de formica, no esas mierdas de silestone y vinilo que ponen en los bares de "decoración minimalista" de ahora.



El servicio como dios manda: un inodoro al estilo turco acompañado de un pequeño lavabo con un grifo que siempre tiene que gotear; y por supuesto sin papel higiénico, que al bar va uno meado y cagado...Ah y, como no,  "unisex"

Como elementos decorativos los inevitables trofeos ganados por la parroquia del bar en innumerables competiciones deportivas y lúdicas (fútbol, mus, calva...) y el cuadro de una barca varada en la playa.

Gastronomía/carta de caldos.


Antes de esta moda absurda de las tapas a los bares uno iba a tajarse y a jugar la partida, que para comer ya habías dejado a la mujer en casa haciendo la comida o la cena. Los aperitivos que se servían formaban parte de la típica trilogía de cualquier tasca: lata de sardinillas, lata de banderillas/aceitunas y cacahuetes, no más.


Los alimentos de la sana dieta garrider
Uno de los pinchos secretos del "Chiri" eran las guindillas, maceradas durante meses en la bodega del bar, el Chiri disfrutaba viendo tu cara descompuesta cuando probabas una de ellas: puro fuego...

En lo relativo a la carta de bebidas la cosa estaba clara:


  • 6 a 9 de la mañana, acompañado al café, una copita de coñac, aguardiente o sol y sombra para ir cargado de "combustible" al trabajo.


Copita con nivel, de las de toda la vida

  • 12 de la mañana a 2 de la tarde: chato de vino o cerveza
¡Ay si la Mahou me devolviese todo el dinero que he  "invertido"  en ella (mas bien vertido en mi estomago)

  • 4  a 6 de la tarde (durante la partida): copa de coñac o anís en tubo largo (con hielos para los más modernos)
  • 10 de la noche/altas horas de la madrugada: copa de "guiski" nacional a la cola o ginebra y Casera de naranja.
Si han estado atentos a la lectura en ningún momento se ha señalado ninguna marca concreta de bebida y es que tú cuando pedías "un vino" dejabas la elección al buen criterio del dueño del bar, que para eso lleva 50 años detrás del barra. Nada que si un "sírvame un gin-tonic de Hendricks, con una tónica con la que haga maridaje que debe ser vertida sobre un agitador para evitar que se rompan las burbujas..." nada hombre "Ponme un gin-tonic" y punto.... 

Esta suma de decoración, amplia variedad gastronómica y, en especial, las peculiares características del baño, hacían que la parienta nunca quisiese ir contigo al bar y pudieses estar tranquilo leyendo el marca o tajándote con los amigotes.