Hoy en "rincones para el recuerdo" repasaremos un rincón que tal vez esté sólo en mi recuerdo: "el hoyo".
Se encontraba en la plazoleta que está el calle del fresno (trasera de la plaza Barcelona), que por aquel entonces (1982 ó 1983) era un solar de los que tanto abundaban en el barrio y en los que los garriders adultos solían tirar escombros y basuras y lo garriders niños jugabamos a inocentes juegos: tirarnos piedras, hacer hogueras, empalar a los pizarralensis que capturábamos ... La peculiaridad de éste era un agujero de cierta profundidad que había en una de sus esquinas, los rumores decían que era una puerta al infierno, que varios niños habían caído en él... en fin: las típicas leyendas urbanas de Garrido.
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| Localización del hoyo |
Visto desde la perspectiva actual, en la que nuestros hijos están sometidos a mil peligros imaginarios y reales que en nuestra niñez no existían: sillas especiales para viajar en el coche, columpios sin zonas cortantes y suelo acolchado para evitar cortes y chichones... me llama la atención que un lugar así, el hoyo, estuviese sin protección, vallas que lo rodeasen, y que, pese a las leyendas urbanas, nunca pasase nada.
Pero bueno, eran otros tiempos: los columpios del parque estaban llenos de óxido, su suelo era de cemento... y no había tanto zumbado suelto, por lo que nuestros padres podían estar tranquilos cuando nos dejaban estar solos en la calle desde los 6 años. Aunque a muchos de nuestros padres, desde el contexto actual, les hubiesen quitado nuestra custodia ya que era bastante habitual: "niño, vete a la bodega a comprar dos de gaseosa, una de vino y otra de coñac, y cuando pases por el estanco compra una caja de farias y un cartón de Jean para tu padre" o que tu padre te dijese "baja a la bodega Paco a por un paquete de Jean y si está cerrado vete al Garito (el puti club)"
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| Paquete de Jean |
